Adolescencia
Ya sé que fue en un tiempo irrepetible.
Que ni el recuerdo me lo puede devolver.
Un tiempo pleno de sueños y alegría
-loca armonía de ser y adolecer -.
Que era una mezcla de quimeras y bohemia.
La mano abierta como abierto el corazón;
la sensación de que la vida era una fiesta:
subir la cuesta de la ilusión.
Dulce adolescencia
ya lo ves,
ha pasado el tiempo
y aquí estoy:
evocando aquel viejo café
de La Plata esquina Chilavert.
Dulce adolescencia
que se fue
junto a la inocencia y al amor,
junto a la conciencia y a la fe,
junto a la amistad y la pasión.
Dulce adolescencia
-donde estés-:
calma en esta noche mi dolor:
llévame en los sueños al ayer.
Dulce adolescencia
...por favor.
Ya sé que fue en un mundo diferente.
Que atrás quedaron la ansiedad y la emoción.
Que se perdieron detrás de la poesía,
la fantasía y el vuelo en el amor.
Lo que no entienden es que gozo del recuerdo
de aquellos años de esperanza y de creer;
de iluminar el alma con esa nobleza,
esa pureza de adolecer.
Autor(es): Ernesto Pierro, Néstor Ballesteros
