Volver en guitarras


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Cuando me vaya para siempre de este mundo
y al alejarme de mis seres tan queridos,
sólo un deseo al Dios supremo yo le pido
un imposible pero sé que es tan profundo.

Que se transforme en un árbol mi alma entera
para que en días calurosos de verano,
bajo mi sombra descansen mis paisanos
como una posta que me ocupen quien lo quiera.

Que los gurises con sus rondas me cercaran
y los que se aman cumpliendo una promesa,
dejen sus nombres cual recuerdo en mi corteza
y aunque me duela con cuchillos me tallaran.

Y cuando troce mi madera un carpintero
que en vez de muebles se dedique a hacer guitarras,
para estar junto a mis amigos en las farras
con acordeonas y un rasguear chamamecero.

Que se transforme en un árbol mi alma entera
para que en días calurosos de verano,
bajo mi sombra descansen mis paisanos
como una posta que me ocupen quien lo quiera.

Que los gurises con sus rondas me cercaran
y los que se aman cumpliendo una promesa,
dejen sus nombres cua1 recuerdo en mi corteza
y aunque me duela con cuchillos me tallaran.

Y cuando troce mi madera un carpintero
que en vez de muebles se dedique a hacer guitarras,
para estar junto a mis amigos en las farras
con acordeonas y un rasguear chamamecero.


Autor(es): Roberto Galarza