Una noche de tantas
Es inútil, no me quieres,
no me quieres;
como todas las cosas
que se van acabando,
se acabó tu cariño.
Es inútil, no comprendes,
no comprendes;
hoy tan sólo me queda
preguntar a los cielos
cuál será mi destino.
Yo te quise, yo te quiero, yo te adoro;
pero tú y tus caprichos
me insultaban por todo,
mientras ibas las copas vaciando.
Ya no pude, ya no quise ser tu esclavo
y una noche de tantas
que me diste tu olvido
te agarré la palabra llorando.
Es inútil, no me quieres,
no me quieres.
Autor(es): José Alfredo Jiménez