De tanto amar
Virgencita del cielo,
mira cómo tengo el alma;
hoy que busco consuelo
dame un poco de calma.
Tú sabrás que mi vida
ya no entiende de razones;
virgencita del cielo,
ya no tengo ilusiones.
De tanto amar, la luz del sol
se me ha perdido;
de tanto amar, la luna de mis noches
se ha escondido.
Virgencita del cielo,
yo también soy hijo tuyo,
dame ya tu consuelo
hoy que sufro en el mundo.
Autor(es): José Alfredo Jiménez